viernes, 2 de mayo de 2014

LA LUZ ERES TÚ



Para Morus que tiene en ser
la llama de las palabras


¿Qué es el alma para un poeta?
¿Acaso los poetas se preocupan
por las cosas visibles o invisibles?
Tenía entendido que los poetas navegaban en palabras,
en ideas;
llegaban a playas pictóricas y subjetivas,
bautizándolas como nuevo infinito.
Tenían iluminada la mirada,
por su hablar a diario con la muerte,
como si discutieran con Dios sobre la inmortalidad,
con palabras dispuestas a prender fuego.
Ahora los poetas van desojando su alma
 como si como si la creación necesitara de semejante favor;
algunos no entienden el poder
y leen creyéndose encontrar,
pero con cada letra más se pierden,
incapaces de levantarse,
caminan como ave de rapiña,
siempre esperando un nuevo universo,
ajeno a ellos,
pero con saliva en sus labios
que muestra parte de su ignominia,
por aspirar letras ajenas.
Querido poeta no pierdas tu alma en el camino,
como lo decía Rilke déjalo todo,
se completó en tu oficio,
vive más allá de las palabras,
que ellas son inmortales
como tu ser autentico y puro lo es,
si es que de verdad comprendes
 los objetivos de la creación;
jamás permitas que esos
descarados se roben tu alma,
recuerda que acostumbran decir:
 falta alma en tu luz.
No creas nada,
a ellos les falta el amanecer,
por eso no la ven en ti
que eres puro.
Fuste elegido
y esa es su condena.  

©Luisa Fernanda Vanegas S.
Colombia

24 de abril de 201

jueves, 24 de abril de 2014

LOS POETAS

Para Morus
que siempre muestra el lado
 más poético de la luna

Los poetas viven aún en la eternidad,
buscan las palabras de hierro
que no derrumba los minutos.
Los poetas sueñan lo que escriben
y viven como escriben,
el pasto no cubre sus pies
la aurora no detiene su ilusión;
es difícil ser poeta…
Cubrir la vida de letras mágicas
que pocos entienden,
 inyectarse las cosas que otros desprecian
 volverlas de colores.
Cuando gritan: llego el poeta!
Llega la salvación,
el entendimiento que alcanza alumbrar
 las vidas apagadas que no entienden ese mundo
 que jamás podrán volver
las emociones letras
para partir al paraíso perdido
que las sotanas arrancan a diario.
Los poetas, tantos y tan pocos;
son como las flores
están en todos lados
pero al tenerlos en tus manos
se marchitan,
solo al otro lado del espejo
muestran el brillo.
Los poetas son los que
salvan vidas perdiendo la suya,
brillando aunque ya
 estemos al medio día.
Los poetas son aquellos
que no mueren aunque
el hilo este cortado.    

©Luisa Fernanda Vanegas
16 de abril de 2014

Colombia

miércoles, 2 de abril de 2014

POCA LUZ



El mundo está lleno de payasos,
de sombrillas de colores
listas para una función.
Ventanas anchas
para no ver nada de fondo.
Puertas pesadas con trancas a cada lado,
que te dejan fuera
en medio de la noche fría.
En el cielo se ven luceros anónimos
dueños de horizontes lejanos
con poca luz para techos vecinos.
En el espejo ya no cabe nadie,
solo esa pared de fondo hueso
que ocupa todo el panorama.
Lugares equivocados,
palabras lanzadas sin llamas
tiñen esta tarde de lluvia.

©Luisa Fernanda Vanegas
29 de septiembre de 2013
Colombia

BUEN VIAJE



No quiero dedicarte la tarde,
es demasiado para un ser
esquivo y huraño.
Solo te escribiré un poco
hasta que mi mano
 crea que es suficiente.
No te abrazare,
ya lo hice en tiempo pasado con pasión,
con la promesa de que sería de nuevo.
Te bese,
 tu boca se llenó de espinas
y supe retirarme a tiempo,
antes que me perforara el alma.
No pediré más tiempo a tu lado,
ya tuve el suficiente para poder decir
que alguna vez te quise.
Que alguna vez deje que mi vida
se pintara de carmín
y deje que los colores
quedaran en el medio de los dos.
Ya no habrá,
 no pediré,
ni deseare nada.
Estos brazos les dolió la vida
cuando tuve que sujetarte
y llevarte por el mundo,
como si llevara un preso,
y no tuviera más emoción que este rio;
el mismo en el que te ahogue
buscando liberar el peso,
para poder mirar las estrellas
sin que tapes todo.
No es un adiós,
no se olvida lo que alguna vez
arropaste en tu alma.
Solo se dice buen viaje.

©Luisa Fernanda Vanegas
29 de septiembre de 2013
Colombia

NO SÉ DECIR



Escribo el poema que será
como un ancla al viento
diligente y pacífico,
que no lleva nombre
ni pasado en los bolsillos.
¿Qué dirán las horas al ser
arrastradas por los segundos?
¿Qué dirá la luna al ser encandilada
por el sol despiadado y egoísta?
Tal vez ellas crean
que es el destino ciego y bruto,
que se da de jalones en las esquinas,
poniendo trampas mortales
donde los despiadados dejaran su cuerpo.
La arena suave y enorme
se escapa por los ojos
de un niño abandonado
al sentir su alma
espera y pequeña
sin un planeta donde
descansar sus manos.
No puedo decir que todo lo nombro,
nada he visto y el horizonte
se pierde en la montaña vecina,
que no alcanzo a ser llamada por nadie.
La blancura que cubre el espacio
que algunos llaman día,
otros horas comienzan abrazarme
y muerde mis labios para que
no pueda escribir estos versos,
que no llenan de calor a ningún corazón.


©Luisa Fernanda Vanegas
8 de enero de 2014
Colombia

ABANDONO



Lloran mis ojos al abandonarse
 bajo esta lluvia gris,
que no lava nada.
Me abandono otra vez
 para que la luz me haga
cerrar mis puertas.
Tiro tus llaves,
no prometo más días,
 no prometo más palabras…
solo me abandono.
No me quedo grande el mundo,
todas las metas las alcance,
todos los postres los disfrute…
Pero acaso…
¿fue suficiente?
Siempre quise ver más allá,
disfrutar más,
 llegar al éxtasis
y poder contener la risa.
Pero hoy,
sé que el éxtasis es morir un poco
y tal vez por eso me abandono.


©Luisa Fernanda Vanegas
29 de septiembre de 2013
Colombia

martes, 9 de julio de 2013

ARENA SIN NOMBRE



Si supiera que estragos puede hacer la luna
cuando brilla y traspasa su sombra
por la ventana,
seguro no te llamaría,
no suplicaría a gritos que llegaras
con esa luz difusa
creyendo que así el dolor de tenerte
será menos.
La historia es la misma,
tú allá y yo aquí…
sin existir…
sin amar.
Todo por vivir otra vez en tus brazos de arena,
en la última madrugada
pude ver tus lunares
marcando el camino hacia ella,
y dejando un desierto en mis horas
con alas rotas que amenazan
con jamás regresar a ti.

©Luisa Fernanda Vanegas
Colombia

18 de junio de 2013