Si miro el cielo no veo nada,
si veo el océano su profundidad me confunde,
si te escribo…
te miento…
te digo negro por no decir blanco.
Llegaste cuando me disponía a partir,
todo mi equipaje estaba listo para tomar el tren,
pero te apareciste en la puerta de mi casa
traías muchas fotos,
bombones de chocolate,
curas mágicas para este trance.
Nunca has dicho fecha de partida
pero a mí me toco aplazar la mía,
están rico tomar el té con tus historias.
Quiero un rato mas aquí,
quiero conocer el volcán que vez a diario,
saber a quién le rezas…
solo que a ratos te mentiré,
para que yo pueda salir del transe,
no creas todo lo que digo,
solo disfruta de estos minutos,
razona conmigo de esas cosas que no veo.
Que al final lo sabrás todo,
en realidad no es mucho lo que oculto,
en el fondo lo sabes.
Cuando llega el fantasma no deseo que lo veas,
no quiero que veas cuando me atrapa.
Cuando ya no lo pueda ahuyentar,
te diré que mi tren llego,
que iré a Paris a recordar mi adolescencia,
te dejare las alianzas de mis padres,
el escudo de armas,
una carta con los colores
que no quise escuchar
mientras estaba en trance.
No me pidas explicaciones…
solo vete…
ya no habrá tiempo para esconder la verdad,
esta niña sonora
cerrara su caja musical…
dirá:
comencemos de nuevo…
Si miro el cielo no veo nada…
20/10/2011
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