miércoles, 1 de febrero de 2012

TOQUE UNA MÁS



Señor…
 Comience de nuevo….
Deje que las notas acaricien sus oídos,
que sea como un suspiro,
que bajen por todo su ser
hasta inundar el corazón,
deje que sean ellas las que hablen de esta señora elegante,
que siempre llega de noche para que los amantes gocen.
Señor…
Toque una más…
Mire que ella está completa para dejarse enamorar,
desea que sus notas una vez más la toquen,
salven su corazón,
roben sueños vestidos de armonía,
esperando que llegue el amor.
Señor…
No deje de tocar, al menos por esta noche,
que sea ella la que decida cuando marcharse,
así el amor no esté en su puerta.
Señor…
Una melodía más no atraerá el amor,
pero si un poco de compasión al corazón.
No deje de tocar,
suavícelas para que todos podamos escuchar,
y tengamos ese pedazo musical
más cerca del corazón que del oído.
Señor…
Continúe que ella aun no se va.



Luisa Fernanda Vanegas S.
30 de enero de 2012
Código: 1201311001536

MARIPOSA


 “En la vida estarás diciendo siempre adiós,
que eso no te impida amar”

Como una mariposa vuela el pasado
y en determinado momento se posa en tu mente
para quedarse y ser definitiva en lo que vendrá.
Los pensamientos son así,
volátiles, undívagos, sin mucho acierto.
Los pensamientos son sinónimos con la vida,
es volátil, undívaga, sin mucho acierto.
Muchas veces se mira hacia lo profundo
deseando ver el azul cuando es casi negro,
las metáforas se escapan
solo quedan chispas de aquello que se desvaneció.
Así es esto,
una colección de cosas perdidas,
amores con manos de espinas,
besos con cicuta,
bailes con mimos,
sostenes que tiñen el ser,
amores sin codiciar.
Todo hace parte del armario vida,
ganas de desprenderse
ganas de quedarse…
deliciosa ambigüedad…
Cierra los ojos,
ve como llega el fantasma a tomar tu risa,
tocar con su espada tu tesoro,
para luego marcharse victorioso,
después de esto tú dormirás sin sueño
en un jardín pintado por hadas.
Cuando despiertes te abrazare,
 miraras a tu alrededor
y te darás cuenta que tesoro no existe ya.
Solo el cielo fue testigo,
calla… es lo que manda la ley.
Ahora la mariposa muda de colores,
de horizontes,
el ladrón ha huido,
no habrá más destellos,
solo deseos de ver de nuevo la escena.
La vida es como una mariposa,
vuela y vuela.
Nunca se sabe donde se posara,
no temas,
 será nuestra su identidad,
al final las historias pasadas no importan.
Duerme así sea sin sueño,
sin estar cansada,
que si observas bien no solo a ti te robaron,
pero así es esto,
una colección de cosas perdidas.           



Luisa Fernanda Vanegas S.
30 de diciembre de 2011
Código: 1201030841024

TU PLAYA


Voy navegando a tu playa,
segura que en tus ojos encontrare mi horizonte,
podre tener claridad de mis sentimientos
al encontrarme en tus brazos,
besarte al caer la tarde para recordar cómo es amarte.
No diré nada al amanecer para no romper este hechizo,
solo deseo amarte de nuevo antes de que mi barca que regrese
y me devuelva a la realidad.
En este puerto tus besos me embriagan,
prometiendo un comienzo cada amanecer,
cada anochecer,
sin que el mar arrastre las pasiones
que habitan en tu corazón.
No dejes que el mar se trague estos sentimientos ardientes,
no dejes que los sepulte en su espuma macabra de frialdad,
escapémonos a tu playa,
solo allí podremos ser libres de corazón



Luisa Fernanda Vanegas S.
31 de enero 2012
Código: 1202011008344

NO DESEO TIEMPO


No deseo tiempo si no tengo tus palabras,
no deseo tiempo si tu no cultivas caricias en mi,
no deseo tiempo si no estás para verme sonreír,
no deseo tiempo sin la promesa de un beso
nuevo a escondidas en mi jardín,
no deseo tiempo si no podre apagar tu fuego en ti,
no deseo tiempo si no tengo tu calma
sin la promesa de un te amo eterno. 
No deseo nada que no me huela a ti,
ni siquiera deseo a Eco vestido de regreso.
Puedo enumerarte mil cosas que no deseo si tú no estás,
al final el resultado es el mismo… 
No deseo tiempo si no te tengo.


Luisa Fernanda Vanegas S.
1 de enero de 2012
Código: 1202011008351

ERES LA ROSA MÁS HERMOSA DE MI JARDÍN


 

A Rosa Emilia Álvarez de Vanegas
Mi abuela paterna,
aquella que tiene el don de estar siempre a mi lado,
mirarme,  decirme que estoy en sus ojos


Eres la rosa más hermosa de mi jardín,
esparciste tus semillas
para que yo pudiera llegar hasta aquí.
Tus brazos tejen el tiempo en verde esmeralda
para que los demás nos encontremos.
En ellos está el calor del tiempo,
el ardor del recuerdo,
vestido con fe en el mañana.
Eres la rosa más hermosa que la Lila,
que el viento y el laurel,
en tus ojos veo las raíces de un espacio
construido en cafetales, aguacates, chocolate;
las historias de tu padre se tejieron en nosotros
para hacernos inmortales,
 para fabricar héroes de maíz en la mañana,
beberlos con chibcha en las noches,
para ser renovados en luna llena. 
Eres la rosa la hermosa de mi jardín,
 no necesitas trono,
pues cada uno de nosotros te tiene en su altar propio,
busca tus brazos,
tus guisos glorioso
para resucitar de la guerra,
vernos en tus ojos
escuchar nuestros nombres de tus labios
que tus manos toquen nuestro rostro,
 es lo que deseamos.
Eres la rosa más hermosa de mi jardín,
 contigo no necesito,
curas mágicas
pues tienes el bálsamo del tiempo,
aquel que solo se da en tu casa,
específicamente en tu oasis.
Eres la rosa más hermosa de mi jardín,
posees todos los colores,
sabes de sinsabores,
pero me atrapaste a las pocas horas de llegar a este mundo,
me hiciste devota de ti,
de tu mirar…
Mi Emiliana…
no necesitas colores,
tú los tienes todos,
te puedo hablar de un amor,
 de un amor eterno,
del amanecer en la montaña,
del frio de la madrugada,
pero nada se compara,
con la hermosura y el calor de tu ser.     
Eres la rosa más hermosa de mi jardín,
aquella rosa que nunca muere,
que mi corazón reclama al sentirme lejos de casa,
aquella rosa que me enseño el valor de una oración.
Eres la rosa más hermosa de mi jardín,
no necesito otras,
tu lo llenas todo,
ni siquiera estas letras alcanzan a describir
la gran mujer que eres.
Eres la rosa más hermosa de mi jardín,
prefiero quedarme a tu lado y verte florecer cada mañana,
que estar lejos y perderme de tu risa colorida.


Luisa Fernanda Vanegas S.
30 de enero de 2012
Código: 1201311001475