A mi niña de ojos tristes
con primavera en la mirada
Morus Gómez
Deseo parar el reloj mientras
el cuanto negro
deja pasar las letras,
donde todos mueren
y la sangre mancha
los cuentos infantiles.
Los velos se marchitan
por la espera
y los dedos se deshacen
por el abrazo negado.
Las lágrimas salen como azúcar
siendo señal de suerte,
abandono al no verte
en el altar donde
cada mañana
el amarillo se viste de verde
y así alejar las sombras que tienes.
No quiebres tus brazos,
no cierres tu mano,
no desvíes tus pies.
Cada noche salgo tras de ti
con la vela tricolor
para que no olvides
por donde seguir
12 de septiembre – 2012
Colombia
©Luisa Fernanda Vanegas S.
Código: 1209192370031
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