jueves, 22 de marzo de 2012

¡OH MUERTE!


Quisiera dejarme llevar.
¡Oh muerte!
Que dulce sabes cuándo te aproximas
destilando licor cada vez que me abrazas
intentando seducirme con tus labios espinosos
cuando acaricias mi alma,
para ver si intento pedir ayuda,
para ver si clamo vida.
Huele a chocolate
me regresas sueños pasados,
quieres que te ruegue,
que te suplique un poco más.
Me gusta saborear el desprendimiento…
el abandono,
esa lucha interna por seguir.
Saber que me dejare llevar
puede ser excitante en el momento de la oscuridad,
en el momento de besarte
 de dejar que espines esta carne,
que te espero desde el momento de nacer,
que te veo siempre en el  fondo,
podría decirte…
muerte dulce compañía.
No quiero sabores dulces cuando me abraces
esos los tuve en los ojos de los míos.
No me muestres el mundo,
no me enseñes lo que dejaré.
Tómame de prisa
desagarra cada centímetro de piel…
dame un sabor salado a lágrima,
porque no me veré más en sus ojos.
Que tu abrazo haga desangrarme
estrangula mis entrañas,
para al final ser solo polvo.
¡Oh muerte!
Que dulce huele hoy…
Y yo  deseando sal.


Luisa Fernanda Vanegas S.
20 de marzo de 2012
Código: 1203211339894


2 comentarios:

  1. saludos, muy buen post...:)

    ResponderEliminar
  2. qué pena tan joven y pensando en la muerte, pero si hubo otros poetas maestros que tambièn hicieron poesía a la muerte, diría mas los clásicos. Vaya, vaya, ya no se que digo. Muy interesante tu poema. Besos desde Lima

    ResponderEliminar