miércoles, 14 de septiembre de 2011

DEMONOS UNA CARICIA

Démonos una caricia ligera
Que suene el jazz mientras jugamos
Que somos libres.
Afuera de esta habitación
No existen otros.
Entreguémonos sin miedo,
Sin prisa.
Observémonos,
Saboreémonos,
Cada milímetro el uno del otro.
Para que luego sea un tercero el que me haga suya.
Luego será ella la que desfallecerá entre tus brazos…
La mires y le digas que la amas.
Yo por mi parte,
Fingiré en su lecho que es el único,
Que mi piel lo reconoce y acepta.
¿Tú harás lo mismo?
¿Jugaras al galán deseándome a mí?
Démonos una caricia ligera
Que esta apaga la sed,
Aunque no exista momentos inocentes.
Démonos una caricia ligera,
Sin arrepentimientos,
Sin oscuras verdades.
Pero cuando nos veamos en la calle
Procura mirar la vitrina del lado,
Para que ella no se sienta celos,
Porque él está seguro de mí,
Esta seguro que mi amor es de él.
Démonos una caricia ligera
De esas que hacen arder el corazón
Subir al techo…
Regresar a mi.
Démonos una caricia ligera
Sin testigos,
Sin futuro,
Sin firmas,
Sin casa,
Sin un mañana.
¿Para qué más?
Dejemos que solo sea deseo.
¿Para qué otra cosa?
Lo demás me lo da el
De ti solo quiero eso,
Y  la esperanza  que mañana
Me abras de nuevo tu cuerpo para recibirme.
Démonos una caricia ligera
Que esas son las que más se recuerdan
A la hora de la muerte. 

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